Noticias científicas de
2020 y 2021
Recopilación de cuatro columnas de
periodismo científico publicadas en el portal colombiano El Unicornio en los años
de la pandemia (2020 y 2021)
Por Jorge Senior
Serie Buhografías
Contenido
·
La
caída del gigante
o
Publicada
el 6 de diciembre de 2020; se refiere al derrumbe del radiotelescopio de
Arecibo, poco después de la derrota de Trump
·
Las
noticias científicas del año 2020
o
Publicada
el 29 de diciembre del 2020; recopila las principales noticias científicas del
año según mi concepto.
·
Viaje
a las estrellas y más acá
o
Publicada
el 16 de octubre de 2021; recopila varias noticias científicas de esa quincena
y recuerda a una famosa serie de televisión
·
La
noticia científica del año 2021
o
Publicada
el 23 de diciembre de 2021; se refiere al lanzamiento del telescopio espacial
James Webb y brinda detalles del artefacto y su misión.
La caída del gigante
Publicada el 6 de
diciembre de 2020
Cuando llegué al aeropuerto de mi
viejo San Juan en mi Borinquen querida, el funcionario me hizo uno de los más
extraños interrogatorios imaginables en una aduana. Todas las preguntas, y no fueron pocas, se
referían a la posible existencia de vida extraterrestre inteligente. El curioso hecho tiene una sencilla
explicación: yo había sido invitado por la Universidad de Cornell en
representación de mi país a presentar una ponencia en el Congreso Internacional
“Comunicando astronomía en Hispanoamérica” a celebrarse en el Observatorio de
Arecibo al este de la isla.
Este observatorio radioastronómico
era orgullo de Puerto Rico, pues su antena parabólica de 305 metros de diámetro
era la más grande del mundo desde su instalación en 1963. Posteriormente había acrecentado su aureola en
la percepción pública porque allí se desarrollaba el programa SETI de búsqueda de inteligencia
extraterrestre, entre muchos otros proyectos.
En 1997 la inolvidable película Contacto, protagonizada
por Jodie Foster y basada en una novela de Carl Sagan, catapultó aún más la
fama del Observatorio de Arecibo. Dos
años antes sus instalaciones también fueron utilizadas para una espectacular
pelea de James Bond en el film GoldenEye pocos segundos
antes de que el gigantesco plato fuese destruido en una escena premonitoria. Pues bien, esta semana sucedió lo que ninguno
de los 50 participantes en ese extraordinario congreso de septiembre de 2003
jamás hubiéramos imaginado: la megaestructura de 900 toneladas se derrumbó totalmente
como podemos ver y escuchar en este dramático video.
El martes primero de diciembre
fue un día nefasto para la ciencia mundial con ese patético final
tercermundista de uno de los instrumentos más icónicos de la investigación
científica en el siglo XX protagonista de múltiples descubrimientos. He allí el legado de un gobierno de derecha
que despreció tanto a los puertorriqueños como a la ciencia, con consecuencias
críticas de desfinanciación para ambos.
Los borinqueños no olvidan las
humillantes imágenes de Trump lanzando rollos de papel higiénico muchos días
después de que la Isla del Encanto fuese arrasada por el huracán María en
septiembre de 2017 dejando tres mil muertos.
Debido a que los borincanos residentes en su tierra no pueden votar en
las presidenciales, Trump tuvo allí una razón adicional a su racismo
efervescente para desatender por completo a la isla. A la ciencia no le fue mejor con un personaje
payasesco que es negacionista del cambio climático, que ha tenido un manejo
desastroso de la pandemia y que en buena hora resultó zapateado de la Casa
Blanca por el voto popular.
La decadencia y colapso del
Observatorio de Arecibo parece un acto simbólico de la decadencia del imperio
norteamericano.
Es significativo que el mismo día
del trágico desenlace del radiotelescopio, primero de diciembre, la China
lograse una nueva hazaña tecnológica cuando la sonda Chang’e
5 alunizó en nuestro satélite natural y empezó su misión de traer rocas
selenitas a la Tierra. Mientras la National Science Foundation de los
gringos muerde el polvo, China se convierte en el tercer país en recolectar
rocas lunares tras la URSS y EEUU.
No menos significativo es el
hecho de que desde 2016 el radiotelescopio chino FAST
de 500 metros hubiese destronado a Arecibo como el mayor del mundo. Estos hechos se suman a muchas otras señales -no
precisamente extraterrestres- que muestran al gigante asiático como la nueva
potencia mundial.
Faltan pocos años para que la
economía china se convierta en la número 1 del planeta sobrepasando a Estados
Unidos. ¿Estamos entonces presenciando
la caída del gigante que dominó del mundo desde 1945?
Las noticias
científicas del año 2020
Publicada el 29 de
diciembre de 2020
Estimado lector: te invito a
merodear por las hazañas científicas y tecnológicas que fueron noticia en este
año que agoniza, desde los confines del universo observable hasta el fantástico
micromundo cuántico.
A pesar de la emergencia
sanitaria que acosa a la congestionada vida de los urbanitas de todo el mundo,
la tecnociencia no se detuvo y continuó irradiando estallidos de asombro en
este peculiar año sin abrazos. Dejemos
aparte lo obvio, como es el desarrollo en tiempo récord de múltiples vacunas
para enfrentar la pandemia y más de 400.000 artículos referentes a los aspectos
biomoleculares, celulares, clínicos y epidemiológicos de esta contagiosa
enfermedad viral. Expresemos, eso sí,
nuestro inmenso agradecimiento a los científicos y a los profesionales de la
salud que han estado en primera línea en esta batalla, pero de eso hemos
escrito bastante durante largos meses y bien vale la pena que dediquemos la
última columna del año, la número 34, a resaltar otros avances. Quizás algunos de ellos terminen impactando
más nuestras vidas que la domesticación del SARS-Cov-2.
Desde el punto de vista humano
quizás la mejor noticia fue la declaración de la OMS en agosto, referente a la
erradicación de la poliomielitis en África.
También en África, pero con un triste signo negativo, se dio a conocer
la epidemia de lepra que ha diezmado a una tribu de chimpancés y la muerte de
300 elefantes en Botsuana, intoxicados por cianobacterias presentes en el agua
que bebieron. Mientras tanto los
incendios descontrolados arrasaban el humedal de Pantanal en Brasil y en China
se extinguía el pez espada del río Yangtsé.
La sexta extinción masiva parece seguir su curso, a pesar de que el freno
a la actividad económica en este año ha menguado un tanto la presión sobre los
ecosistemas.
La biodiversidad, que no sabemos
apreciar y de la cual dependemos en últimas, nos hizo varias demostraciones
maravillosas en 2020. En el zoo de
Chatanooga una dragona de Komodo tuvo crías sin necesidad de macho, un
extraordinario caso de reproducción asexual en esta especie que a veces nos
parece sacada de una película de terror.
Pero aún más extraordinario fue el hallazgo por parte de investigadores
de la universidad de Tel Aviv de un animal que no respira oxígeno. Se trata del parásito Henneguya Salminicola que habita en el salmón y que tal vez
cualquiera de nosotros haya devorado al ingerir este delicioso pescado.
De las profundidades del pasado
la paleontología nos trajo un par de hallazgos.
El primero fue un análisis de un fósil encontrado hace 20 años por un
aficionado en Bélgica y que resultó ser el ave moderna más antigua encontrada
hasta ahora, un animal que vivió justo antes de la caída del meteorito hace
poco más de 66 millones de años. Apodado “wonderchicken”, el fósil pertenece a
la especie Asteriornis Maastrichtensis. El segundo fue el descubrimiento de los
restos fósiles de Homo Sapiens más
antiguos encontrados en Europa, en la cueva Bacho Kiro, en Bulgaria. Datan de hace 46.000 años cuando nuestros
antepasados africanos invadieron Europa donde compitieron con los Neanderthales
hasta llevarlos a la extinción.
Un experimento digno del Planeta de los Simios también nos reveló
pistas del origen humano. Científicos
alemanes y japoneses publicaron en Science
que insertaron el gen humano ARHGAP11B en el cerebro de monos
Títí en estado fetal y estos desarrollaron, en sus cerebros, neocortex más
grandes y con más pliegues. Este gen
surgió hace unos 5 millones de años cuando nuestra rama hominina ya se había
separado de la rama que conduce a los chimpancés modernos y se cree que fue
clave en el incremento de capacidades cognitivas de los Australopithecus y
luego del género Homo.
Este año hubo varias marcas. En el meteorito Munchison que cayó en
Australia en 1969 se encontraron granos minerales presolares, esto es,
anteriores a la formación de nuestro sistema solar. Datado en 7 mil millones de años, se trata
del material sólido más antiguo hallado en la Tierra y de él se ha inferido que
la tasa de formación de estrellas no ha sido constante en la Vía Láctea y que
hubo una época que fue una especie de baby
boom de estrellas.
La astronomía, como siempre nos
regala otros récords. Por ejemplo, el
agujero negro estelar más grande y la supernova más brillante registrada. En un artículo firmado por 1200 autores (¡eso
parece otro récord!) en la Physical
Review del 2 de septiembre, una colaboración de los dos grandes detectores
de ondas gravitacionales, LIGO y Virgo, informó que a 17 mil millones de años
luz (recuérdese que el universo observable tiene 93 mil millones de años luz de
diámetro) dos agujeros negros de 85 y 66 masas solares respectivamente,
chocaron y se fusionaron en una orgía energética que arrojó como resultado un
nuevo agujero negro de 142 masas solares, el más grande conocido entre los
formados a partir de estrellas colapsadas. Pero 85 + 66 = 151. ¿Qué pasó con
las otras 9 masas solares? Bueno, pues esas son las que se transformaron en
energía en forma de ondas gravitacionales (ondulaciones del espacio-tiempo)
para ser finalmente detectadas por los terrícolas el 21 de mayo de 2019. No tan distante, apenas a 3800 millones de
años luz, estalló la supernova SN2016aps
visible en el hemisferio sur, con una luminosidad medio billón de veces
superior al Sol, es decir, más brillante que toda nuestra galaxia. Sigue siendo un misterio qué tipo de proceso
energético puede explicar semejante explosión tan potente, pero no faltan las
hipótesis.
Antes de dejar las dimensiones
astronómicas mencionemos el estudio alemán sobre la estrella S2 que gira
alrededor del superagujero negro Sagitario A que está en el centro de la Vía
láctea y que tiene 4 millones de masas solares.
La órbita de esta estrella, monitoreada durante 30 años, muestra una
precesión relativista tal y como lo predice la teoría de Einstein. Así que desde aquí les digo a los fans de la gravedad cuántica: “los
muertos que vos matáis gozan de buena salud”.
Del macromundo pasemos al micromundo
que es tan determinante en nuestras vidas.
El 30 de junio el LHCb europeo anunció la detección del tetraquark, integrado por dos
quarks y dos antiquarks del tipo “encanto” (nosotros y toda la materia
ordinaria estamos hechos de quarks “arriba” y “abajo” que en tripletas forman
los protones y neutrones). El hecho experimental es consistente con las
predicciones del modelo estándar. Todo bien.
Pero es la tecnología la que nos
impacta más directamente. En especial la informática que es la locomotora de la
tercera revolución industrial en pleno curso acelerado. En Australia, una alianza de varias
universidades batió récord de velocidad en internet con 44,2 Terabytes por
segundo, equivalente a descargar mil películas de alta definición en un segundo
con un solo chip. Esto se hizo en prueba
de campo, no en laboratorio, utilizando un novedoso dispositivo óptico llamado
micropeine.
El premio mayor de las noticias tecnocientíficas
del año se lo disputan, como era de esperarse, la computación cuántica y la
inteligencia artificial. Hace un año
Google proclamó haber logrado la supremacía cuántica, que es una manera de
llamar a la ventaja de la computación cuántica sobre la tradicional, usando un
sistema basado en superconductores. Pero
ahora, la nueva potencia científica y económica del mundo, China, proclamó unos
logros increíbles con el computador cuántico fotónico Jiuzhang, capaz de calcular en una
fracción de segundo lo que un ordenador normal demoraría un millón de
años. Esto se hizo enfocado en una tarea
específica de muestreo de bosones. De este
tema estaremos pendientes en 2021, al igual que del logro de Deepmind con su sistema de inteligencia artificial AlphaFold, quienes proclaman haber logrado un alto porcentaje de
éxito en la predicción de las estructuras 3D de las proteínas. Se trata, nada menos que de la aplicación de
la inteligencia artificial al descubrimiento científico, reemplazando con ventaja
a los investigadores humanos (al menos en parte). Y más importante aún, esto se aplica a un
tema de biología sintética, la estructura proteínica, con tremendo impacto en
medicina. Seguiremos informando desde El Unicornio. Feliz 2021 sin Trump.
Viaje a las estrellas y
más acá
Publicada el 16 de
octubre de 2021
Ha estado movida la semana que
termina en noticias del espacio exterior.
Como suele suceder, la más llamativa es la menos importante, pero no hay
duda de que evoca los sueños juveniles de la generación de los hippies y la
guerra de Vietnam.
El Capitán Kirk de la nave Enterprise volvió al espacio, aunque
lamentablemente sin su inseparable compañero vulcano, Mr. Spock. En efecto, el actor William Shatner de la
inolvidable serie Viaje a las estrellas o Star
Trek, subió al cielo el pasado miércoles sin que la parca lo haya visitado
aún y se convirtió, a los 90 años, en la persona de mayor edad que ha trepado a
esas alturas, literalmente.
El hecho es más publicitario que
otra cosa, y hace parte de la nueva y polémica industria del turismo espacial,
que se ha convertido en el deporte favorito de los superricos del planeta. Leonard Nimoy, que interpretaba al mestizo
interplanetario Spock, de orejas puntiagudas y lógica implacable, falleció en
2015 y probablemente nunca imaginó que su compañero de serie algún día viajaría
realmente al espacio, por lo menos en vuelo suborbital.
La generación de La guerra de las galaxias y los jóvenes
actuales, denominados Generación Marte
en anticipo al pretendido viaje del Homo
Sapiens al planeta rojo, no son trekkies,
pero conocieron las aventuras de los tripulantes de la Enterprise a través de las secuelas de Hollywood.
En los años 60 la imaginación de
millones de personas se encendió con la “conquista del espacio”, como si los
viajes interplanetarios e interestelares estuvieran a la vuelta de la
esquina. El globito se desinfló pronto,
a pesar de la asombrosa hazaña de 12 hombres que pisaron la Luna. La era
espacial, que había reemplazado en la jerga periodística a la era atómica, pronto daría paso a la era digital que revolucionó el mundo a
partir de 1980. De esos tres avances
tecnológicos espectaculares, fue la informática la que tuvo mayor impacto en la
sociedad, sin tanta pantalla.
Claro que la geopolítica tiene
gran parte de la culpa de que la “conquista del espacio” ocupara primera plana
en la agenda pública en los 60 y se invirtiera tanto dinero en ese rubro. Los soviéticos habían tomado la delantera y
estaban derrotando a los gringos, así que el asunto se volvió tema de orgullo
nacional y propaganda. El nuevo auge del
tema espacial tiene que ver con lo mismo. Sólo que ahora es China la que
amenaza la hegemonía norteamericana.
Precisamente, este viernes que
pasó, China lanzó la nave Shenzhou-13 con tres tripulantes abordo, rumbo a la
nueva estación espacial (Tiangong)
que están construyendo. Entre ellos iba
una mujer que CNN anunció de manera equívoca, como la primera taikonauta. Aclaremos que “taikonauta” equivale a lo que
en Occidente es “astronauta” y para los rusos “cosmonauta”. Es la misma vaina, pero con el término se
indica la nacionalidad de la misión espacial.
Lo cierto es que la primera taikonauta fue Liu Yang, que el 16 de junio
de 2012 entró en órbita como miembro de la misión Shenzhou-9. Los chinos saben perfectamente que la
competencia no es sólo tecnológica, así que el lanzamiento fue todo un show
espectacular transmitido en vivo y en directo.
No obstante, la NASA es un hueso
duro de roer. El sábado 16 de octubre
Estados Unidos ha lanzado, desde Cabo Cañaveral, la sonda Lucy, cuya misión de 12 años
es explorar los asteroides Troyanos en la órbita de Júpiter. A esta hora ya Lucy desplegó los paneles
solares y envió señal perfecta.
El nombre “Lucy” hace referencia al más
famoso fósil de Australopithecus
Afarensis descubierto en Etiopía en 1974 por el equipo del paleoantropólogo
Donald Johansson. Y su nombre evoca, a
su vez, la canción de los Beatles Lucy in
the Sky with Diamonds (LSD en clave).
Este fósil de hominino bípedo tiene más de 3,2 millones de años de antigüedad
y corresponde a una hembra de 110 centímetros de estatura. Forzando un tanto la analogía, los asteroides
Troyanos son como una especie de “fósiles” de los inicios del Sistema Solar. De ahí el nombre de la sonda que ya se aleja
de la Tierra que la vio nacer.
Mientras tanto, el nuevo
supertelescopio James Webb llegó a Suramérica el 12 de octubre. Esta maravilla tecnológica, también conocida
por la sigla JWST, será lanzada por
fin el 18 de diciembre de 2021 desde la Guayana Francesa, tras múltiples
aplazamientos. Es fruto de una alianza
de 17 países, incluidas la ESA (Agencia Espacial Europea) y la NASA. Su lanzamiento bien podría ser la noticia
científica del año, pues este telescopio podrá llevar la visión humana hasta
donde ninguna mirada ha llegado jamás, en el único viaje a las estrellas
realmente posible por ahora.
El Webb será ubicado a un millón
y medio de kilómetros de nuestro planeta, cinco veces más lejano que la Luna y
su diámetro casi triplica el del Hubble.
Dicho de manera más técnica, estará en órbita de halo en el segundo
punto de Lagrange del sistema Tierra-Sol (L2).
Se espera que revolucione a la cosmología con sus observaciones a partir
de 2022. Por ejemplo, podríamos por fin
entender con más detalle cómo se formaron las galaxias en el universo joven.
¿Y Colombia? Bueno, aquí también hay noticia. En este fin de semana se celebra el XIX Encuentro Nacional de Astronomía
organizado por la Red de Astronomía de Colombia RAC, nacida en 1997 junto a las playas de Salgar en el Caribe. Para más info ver aquí. Aportaré mi grano de arena con la ponencia Astronomía: protagonista del proyecto
educativo Gran Historia, la cual será una versión comprimida de este video.
La noticia científica
del año 2021
Publicada el 23 de
diciembre de 2021
La noticia del año en ciencia y
tecnología aún no ha ocurrido, pero lo hará en un lugar de Suramérica dentro de
unas cuantas horas, si es que no se vuelve a aplazar por enésima vez el
lanzamiento del artefacto que mantiene en vilo a miles de científicos a lo
largo y ancho del planeta. Me refiero,
por supuesto, al nuevo telescopio espacial que lleva el nombre de James Webb y
responde a la sigla JWST (James Webb Space Telescope).
Este asombroso aparato de nueva
generación, destinado a tomar el testigo del Hubble, es noticia por donde se le
mire: sobrecostos astronómicos (nunca mejor dicho), polémica ideológica por el
nombre, maravilla tecnológica sin igual, expectativas superlativas de grandes
descubrimientos y un riesgo de fracaso tan alto que lo convierte en la apuesta
más peligrosa que la NASA y sus aliados de 17 naciones hayan asumido
jamás. Por éstas y otras razones tengo
arsenal suficiente para defenderme de algún lector perspicaz y estricto que me
acuse de adelantarme a las verdaderas noticias científicas que empezarán a
producirse -si todo sale bien- en el segundo semestre de 2022 y en años
subsiguientes, cuando el sofisticado dispositivo de 6,5 toneladas se encuentre
en plena producción, incluyendo la participación de astrónomos colombianos.
Antes de que el telescopio
espacial Hubble fuese lanzado al espacio en 1990 ya la NASA estaba planeando su
sucesor, aunque la decisión sobre el proyecto se tomó en 1996 con un costo
calculado de 500 millones de dólares. Así
que el JWST ya lleva un cuarto de siglo en proceso de diseño, construcción,
pruebas y se apresta por fin a su lanzamiento después de varios aplazamientos y
todo tipo de vicisitudes. Con el tiempo
y los rediseños, los costos se fueron incrementando y hubo un momento en 2011
en que el Congreso de EEUU decidió cancelarlo.
Por entonces ya iba por 3 mil millones de dólares. El Congreso revocó su
decisión y puso un tope de 8 mil millones de dólares que a la postre también
sería rebasado, pues hoy supera los 11 mil millones en moneda gringa, casi el
doble del presupuesto anual de la ciudad de Bogotá. La construcción fue una verdadera hazaña de
ingeniería y terminó en 2016. Desde
entonces se desarrollaron las pruebas con múltiples tropiezos.
Después de todo ese viacrucis el
momento de la verdad ha llegado. Lo
terrible es que hay más de 300 puntos críticos que pueden llevar al traste todo
el proyecto. El complejo artefacto está
doblado como un origami y empaquetado en el cohete Ariane 5 que lo llevará al
espacio exterior y una vez allá arriba deberá desplegarse poco a poco en todas
sus partes. Si otras veces ha fallado el despliegue de unos simples paneles
solares, ahora imaginen lo delicado de esta operación inmensamente más
compleja. Debido a que el telescopio se
localizará en órbita de halo alrededor de un punto de Lagrange (L2) que está
casi 5 veces más lejos que la Luna y casi tres mil veces más lejos que el
Hubble, no habrá posibilidad de repararlo.
Recordemos que el Hubble tuvo fallas de diseño y construcción e
inicialmente fue un fiasco enorme para NASA, pero pudo ser reparado en 1993 y
luego en varias ocasiones más. Esta vez no se puede fallar y con una inversión
tan grande el futuro de otros proyectos también está en juego.
El JWST tiene 6,5 metros de
diámetro, más del doble del Hubble que sólo tiene 2,4 metros. Y el área de
captación de luz es de 25 metros cuadrados distribuidos en 18 paneles
hexagonales, mientras el Hubble sólo tiene 4 metros cuadrados. ¡Lo supera 6 veces! A pesar de lo anterior el JWST pesa poco mas
de la mitad que el Hubble, gracias a las nuevas tecnologías. El espejo está hecho de berilio con una tenue
capa de 48 gramos oro de apenas 100 nanómetros de espesor (unos 600 átomos),
protegido por otra capa de dióxido de silicio.
El nuevo telescopio no va a
trabajar con luz visible sino con longitudes de onda más largas en el
infrarrojo cercano y medio (0,6 a 27 micras) por lo que necesita temperaturas
bajísimas, cercanas al cero absoluto.
Para ello cuenta con un parasol de 5 capas y el tamaño de un campo de
tenis que aisla al espejo y los equipos de la radiación solar y terrestre. El módulo de instrumentos científicos
integrados (ISIM) contiene cuatro instrumentos de detección de luz infrarroja:
NIRSpec, NIRcam, FGS/NIRISS que operarán a 237 grados centígrados bajo cero y
el MIRI que necesita aún más frío y por ello utilizará un dispositivo
criogénico de helio líquido que le permita trabajar a 266 grados centígrados
bajo cero. Entre los proyectos preaprobados para trabajar con el MIRI hay uno
de una astrónoma colombiana egresada del programa de astronomía de la
Universidad de Antioquia.
Con todas esas características y
otras que sería extenso exponer, el JWST llevará la visión humana donde jamás
hemos podido observar: el universo temprano en el cual surgieron las primeras estrellas
y galaxias después de la edad oscura, agujeros negros supermasivos en los
centros de las galaxias, nebulosas y protoestrellas en formación, atmósferas de exoplanetas. Si todo sale bien, desde mediados de 2022,
cuando Colombia esté inaugurando la alternancia presidencial, se empezarán a
acumular datos de esa terra ignota y
de su análisis matemático y computacional surgirán descubrimientos que apenas
alcanzamos a sospechar. La misión durará apenas 5 años, prorrogable otros
5. Al concluir, el costoso artefacto
será alejado del punto de Lagrange y quedará en órbita eterna alrededor del Sol
hasta que nuestra estrella se infle como gigante roja y lo engulla junto con la
Tierra.
Si no hay nuevos cambios en la
programación, el cohete francés Ariane 5 despegará el sábado 25 de diciembre a
las 7:20 am con su preciosa carga.
Cruzar los dedos no servirá de nada.
Página del telescopio: jwst.nasa.gov
Jorge
Senior
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